Aunque falte completar la primera fecha del Torneo Apertura 2011 con el partido entre Independiente y San Martín de San Juan, la idea general no va a cambiar. Los catorce goles en nueve partidos demuestran el poco juego que desplegaron los conjuntos. Ninguna victoria local, tres visitantes y seis empates.
Los recién ascendidos que jugaron no perdieron (victoria de Rafaela y empate de Unión y Belgrano) y los tres máximos candidatos no pudieron ganar: Boca sigue con la misma tónica del torneo pasado y de la pretemporada; Velez no pudo superar a Godoy Cruz y Estudiantes, tal vez el mejor reforzado, no logró vencer el cero del arco de Newell's.
En cuanto a los refuerzos, algunos se destacaron más que otros. Darío Gandín tuvo un regreso triunfal a su casa, la Crema venció 2 a 0 a Banfield en el Florencio Solá con dos goles del delantero. En cambio, las incorporaciones más rimbombantes del mercado no cumplieron en general un buen papel, Cvitanich no inquietó, los nuevos de San Lorenzo perdieron de local con un flojo Lanús que no tiene más a Valeri y los de Estudiantes (aunque faltaron algunos) tampoco pudieron en Rosario. Para rescatar, el partido de los refuerzos de Racing: Agustín Pelletieri, procedente de Lanús y Lucas Castro, de Gimnasia fueron lo mejor del conjunto del Cholo Simeone que igualmente no jugó bien y empató con un Tigre complicado con el descenso.
Es muy temprano como para dar pronósticos, pero sigue la tendencia del campeonato pasado, las victorias locales escasean y el nivel es parejo en la mayoría de los equipos. Vuelve a ponerse en cuestión si esta paridad es culpa de la baja calidad de nuestro fútbol. La pregunta de siempre: ¿el fútbol argentino se emparejó para abajo o los equipos que antes festejaban un empate de visitante le perdieron el respeto a los grandes?
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