El dragón y Morón se encargaron de cerrar la fecha de la B Metropolitana, en un partido con una gran carga emocional debido a la vuelta a las canchas de Ariel Ortega, uno de los máximos exponentes del fútbol argentino en los últimos años.
El encuentro tuvo casi en su totalidad a Morón adelante en el marcador gracias al tempranero gol de Gerardo Martínez que, con un remate muy fuerte, venció la floja resistencia del arquero Leonardo Griffo. Luego del gol, Oscar Blanco, técnico del conjunto del oeste, se decidió por jugar a la contra, cerrando espacios y acortando las distancias entre defensores y mediocampistas.
Esta idea parecía tener un final feliz para sus dirigidos, hasta que llegaron las malas noticias, el árbitro Gonzalo López Andazábal expulsó por doble amarilla a Manuel Rodas y luego cobró un penal inexistente por una supuesta mano intencional de Hernán Bruno que desencadenó en el empate de los locales.
Pese a que Defensores se adueñó del juego durante todo el partido, no tuvo la capacidad de cerrar las jugadas de peligro que creó y así, el encuentro terminó en tablas.
En el final, Morón se quedó con nueve jugadores, ya que el autor del único gol visitante tuvo una actitud antideportiva al golpear desmedidamente a un rival que desencadenó en la correcta decisión del arbitró de expulsarlo del terreno de juego.
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